En 2019, nos conocimos gracias a nuestro amor compartido por la salsa. Desde el primer baile, hubo una chispa innegable—algo en el ritmo, las risas y la naturalidad de ese momento se sintió diferente.

Lo que comenzó como salidas en grupo y conversaciones casuales rápidamente se convirtió en una amistad significativa. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que no solo asistíamos por la música, sino el uno por el otro. Charlas nocturnas, aventuras de fin de semana y momentos tranquilos entre todo eso nos dejaron claro: algo especial estaba creciendo.

Durante los siguientes dos años, compartimos mucho más que bailes. Compartimos sueños, nos apoyamos en los momentos difíciles y celebramos juntos las pequeñas victorias. En algún punto, comprendimos que no fue solo la salsa lo que nos unió—fue el amor.

Uno de los logros que más nos enorgullece es haber obtenido el mismo título en Estudios Interdisciplinarios. Como adultos trabajadores, equilibrando responsabilidades y los giros de la vida, nos impulsamos mutuamente a mantenernos enfocados, firmes y a no rendirnos. No siempre fue fácil, pero nunca dejamos que el otro se diera por vencido. Entre noches de estudio, largas jornadas laborales y todo lo demás, permanecimos comprometidos—no solo con nuestras metas, sino entre nosotros.

Esa etapa nos enseñó mucho sobre lo que significa ser un equipo. Fortaleció nuestra base y nos recordó que, con apoyo mutuo, ambición compartida y amor, podemos superar cualquier reto. Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado individualmente, pero aún más agradecidos por lo que hemos construido juntos.

Ahora, estamos emocionados de continuar este viaje como esposos. Agradecemos profundamente el amor y el apoyo de nuestra familia y amigos, y no vemos la hora de celebrar este nuevo capítulo con todos ustedes.